Cómo explica Joe Dispenza en «Deja de ser tu» el problema está en que el cuerpo se vuelve adicto a la culpabilidad, sufrimiento, vacío o cualquier otra emoción como si fuese una droga. Al principio sólo necesitas un poco de la emoción/droga para sentirla, pero con el tiempo las células se desensibilizan y necesitan una dosis cada vez mayor para sentirse bien. Por esta razón al intentar cambiar nuestra pauta emocional, en muchas ocasiones, sentimos el síndrome de abstinencia, como en las drogas.
Es en ese momento, cuando lo único que podemos hacer es sostener esa incomodidad, igual que los drogodependientes cuando reducen la exposición a la droga. Siento la culpabilidad, e intento evitarla reaccionando de modo que la culpa que es mi mono se hace mayor y la próxima vez sentiré más culpa. Me preocupo y reacciono controlando, pero la preocupación cada vez es mayor. Este tipo de emociones tienen pautas muy adictivas con las que sólo puedo sostener el malestar y esperar a que el mono pase. Poco a poco iré rompiendo la dependencia al sufrimiento. Pero no hay recetas mágicas, sólo sostenerlo, si complacemos el malestar, volvemos a caer en la espiral adictiva.
La razón por la que la gente necesita tomar más drogas, comprar más cosas, tener más aventuras amorosas o sentirse más satisfecha es porqué el subidón químico creado por estas actividades activa los receptores de la superficie de las células, lo cual las estimula. Pero si los receptores se están estimulando sin cesar, acaban desensibilizándose y se desactivan. Entonces necesitan recibir una señal más fuerte, un poco más de estímulos para activarse, y para producir los mismos efectos es necesario un mayor subidón químico: más droga, más compra, más dependencia amorosa, mayor sufrimiento.
Siente esa emoción sobre la que tienes adicción. Casi todo lo que has hecho en tu vida ha sido para huir de ella, dándole más fuerza y más presencia. Has utilizado todo lo exterior para tratar de hacerla desaparecer. Sé consciente de esa emoción en ti y siéntela como energía en el cuerpo. Esta es una de las muchas máscaras de tu personalidad que has memorizado, así te presentas al mundo. Surgió de una reacción emocional a un episodio de tu vida que acabó creando un estado de ánimo, y después un temperamento y al final tu personalidad. Esta emoción se ha convertido en el recuerdo de ti. No tiene nada que ver con tu futuro. Tu apego a ella significa que estás atado al pasado mental y físicamente.
Fragmento del curso «fluir y crear»