“Yo vuelvo a ser ahora
el taciturno que llegó de lejos
envuelto en lluvia fría y en campanas:
debo a la muerte pura de la tierra
la voluntad de mis germinaciones.”
Pablo Neruda

Cómo dice Neruda, yo puedo renacer gracias a que todo se paró. El invierno es una época maravillosa para ello. Aquí ya he transitado la tristeza del otoño, que llegó después de la bocanada de alegría del verano. Ahora me quedo congelado, me es difícil avanzar, y debo esforzarme más que habitualmente. Quedar gente cercana se hace más complicado.
Si escuchas a tu cuerpo, ¿Qué te dice?
¿Qué pide tu ser?
¿Y tu alma? ¿Cuál es su necesidad en esta época del año?
El invierno es un buen momento para dedicarlo a tu alma, a la introspección, al encuentro contigo. No te obligues a hacer eso qué harías en verano.
Cada época del año, igual que cada emoción, tienen su función y nos permiten fluir en el ciclo de la vida.
Algunas personas no soportan el invierno, porque no quieren entrar en un espacio de introspección, de análisis y meditación. A muchas personas no les gusta, les asusta. Y entramos aquí en la emoción del miedo, según la filosofía del yoga, la emoción asociada a esta época del año: el invierno y el miedo congelan, paralizan.
Los que me conocen ya saben que no soy amante de combatir nada de lo que nos ocurre, sino que soy partidario de integrarlo todo y descubrir los beneficios de honrar todo cuanto nos sucede.
Te animo que uses el invierno para sentirte más cerca, a ti y a tu entorno más íntimo, ya vendrá otro verano que podrás usar para explosionar de nuevo. Ahora, se trata de adaptarnos a este momento y a todo lo que nos ayuda a experimentar para avanzar en nuestro desarrollo.
¿Cómo puedo disfrutar del invierno?
Sólo podrás disfrutar del invierno si eres capaz de disfrutar de ti mism@. Para eso te propongo varias actividades a desarrollar en esta época del año:
- Crea y cuida un espacio íntimo para ti en tu casa. Puede ser un sillón o un pequeño altar con tus figuras sagradas, lo importante es que encuentres un rincón para ti.
- Aprovecha para profundizar en actividades que potencien el encuentro contigo: meditación, lectura o escritura.
- Observa la presencia de tus miedos. En esta época del año, el miedo se hace más presente. ¿Cuáles son aquellos que te vienen con más fuerza? La soledad, la muerte, la falta de atención… En invierno la gente piensa más en la muerte porque el miedo está más presente. No mires hacia otra parte, sostén esos miedos, experiméntalos y busca como puedes quererlos.
Y no olvides que la introspección del invierno nos llevará a la extroversión del verano. Que el encuentro con el otro, pasa por el encuentro íntimo contigo, y estas en la época del año perfecta para ello.