Un bebé en brazos de alguien. Su cabecita busca un espacio confortable, los párpados se le caen y queda dormido. Más vulnerable y expuesto que de normal…y ya es decir en un bebé. Y tú lo miras, sientes un pellizco en el corazón. Una sensación de ternura mágica, como de amor infinito y ganas de proteger al mismo tiempo. Un deseo espontáneo y natural que espera toda felicidad posible a ese ser dulce y vulnerable que descansa frente a ti o sobre ti.
A menudo oigo personas que quieren sentirse mejor con ellas mismas, tener más autoestima, ganar confianza o vivir más el presente. ¿Es eso posible sin ternura, amabilidad o autocuidado? Yo lo veo difícil.
Entonces, antes de trabajar la autoestima, la confianza o tu vida presente, yo te preguntaría ¿está presente la ternura en tu vida? Y eso pasa, sin duda, por el descanso. ¿Cuidas tu descanso? ¿Te das espacios de calma y relajación? ¿En tu rutina diaria incluyes pausas? Es imposible conseguir cualquier meta a nivel psicológico o de crecimiento personal si no proteges tu descanso.
Descansar es soltar los músculos en tensión.
Descansar es soltar la mente en movimiento.
Descansar es decirte “ya es suficiente”.
Descansar es como acariciarte suavemente.
Descansar es darte cuenta que eres vulnerable.
Descansar es aceptar tu profunda humanidad.
Descansar es soltar el control.
Descansar es confiar en la vida.
Descansar es dejarte acunar por el universo.
Y descansar no solo es dormir, que también.
Descansar es parar para leer.
Descansar es parar para escribir.
Descansar es parar para amar.
Descansar es parar para ser.
Descansar es parar para mirar al infinito.
Descansar es parar para respirar.
Y no te equivoques – o equivócate si quieres-, quizá tienes problemas para dormir, pero ese no es el único descanso posible. De hecho, yo siempre digo que a dormir se va descansado. Si incluyes las pausas en tu vida, sin duda, el sueño será más fácil.
¿Quieres dormir bien?
No te esperes a descansar en la cama, vete a dormir descansada.
¿Quieres empezar a tener autoestima, confianza o alegría?
Abre tu agenda y escribe “¿en qué momento y cómo voy a descansar cada día de mi vida?”
Te abrazo,