Desde muchos espacios de crecimiento personal, especialmente desde el coaching, se usa este mantra de manera constante: “ser la mejor versión de ti”.
Bien, pues yo no quiero ser mi mejor versión. La palabra mejor o peor aluden a la competición y yo no quiero competir. Ni contigo, ni con la vida y mucho menos conmigo.
Yo no quiero esforzarme en ser mejor, no quiero exigirme a cada instante, no quiero meterme caña ni ser estoico.
Yo solo quiero ser un simple humano, un ser sintiente que a veces se equivoca y otras acierta. Yo quiero quitarme el peso de tener que complacer a los demás y a mí mismo, de tener que encajar en una mirada externa que interioricé.
La mejor versión de ti, dependerá del contexto en el que te muevas, en cada uno te exigirá cosas diferentes. Solo de pensarlo me genera cansancio.
¿Sabes que quiero ser yo?
Una versión bonita de mí.
Una versión en constante evolución.
De hecho no quiero ni ser una versión,
prefiero ser un proceso.
Quiero ser más agua del río,
que cambia a cada paso,
que montaña inmóvil,
con cima inalcanzable.
Conmigo que no cuenten para seguir compitiendo. Prefiero descubrirme y florecer por una mirada amable, que a veces, también es cruel.
¿Y tú, eres agua o cima?
Te abrazo,